Descifrando el ITP

Guía para su cálculo, pago y fechas importantes

Cuando se realiza una compra venta de una vivienda, tanto el comprador como el vendedor deben hacer frente a una serie de impuestos específicos. En el caso de una casa de obra nueva, se aplica el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Sin embargo, para las viviendas de segunda mano, es decir, aquellas que ya han sido utilizadas, el comprador debe pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), mientras que el vendedor se hace cargo de la plusvalía. Además de estos impuestos, tanto para viviendas nuevas como usadas, hay que tener en cuenta los gastos de notaría y escrituras.

¿Qué es el ITP?
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es el impuesto que el comprador debe abonar al adquirir una vivienda de segunda mano. El cálculo del ITP se realiza en función del valor de la vivienda, y el porcentaje impositivo varía en cada comunidad autónoma.

Es importante destacar que, con la Ley 11/2021, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, se modificó la base imponible del impuesto. Ahora, en lugar del valor real, se utiliza el valor de referencia del Catastro, que se equipara al valor de mercado. Esta modificación tiene como objetivo prevenir posibles fraudes, evitando que se establezca un valor inferior al mercado para pagar menos impuestos.

¿Cómo se calcula y dónde se paga el ITP?
La base imponible del ITP se establece según el valor de mercado de la vivienda, determinado por la Dirección General del Catastro. Este valor no puede superar el precio que se maneja en el mercado. Respecto al pago, al ser un impuesto cedido a las comunidades autónomas, se abona en la Delegación de la Agencia Estatal de Administración Tributaria de la comunidad donde se ubica la propiedad. El plazo para liquidarlo es de 30 días hábiles posteriores al otorgamiento del contrato, y dependiendo de la comunidad, se puede presentar de forma telemática o presencial.

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